Tradicionalmente,
en nuestras ciudades, el Espacio Público fue concebido como el espacio de la
expresión y la apropiación social por excelencia, es el espacio que alberga el
cotidiano transcurrir de la vida colectiva.
Es el espacio que da identidad y carácter a
una ciudad, el que permite reconocerla y vivirla. Es el sitio que conserva la
memoria de sus habitantes en sus espacios naturales, culturales, patrimoniales.
Estos espacios presentan diversidad de formas,
dimensiones, funciones y características ambientales. Sin embargo el espacio público
es percibido como un vacío “con forma”, es decir conformado por la edificación
y elementos que lo bordean, ya sean espacios de circulación y tránsito,
recreación y deporte, reunión e interacción social, contemplación y disfrute
del paisaje y la naturaleza, etc..
En los últimos años, los conflictos del
Espacio Público están asociados al impacto del crecimiento acelerado y desordenado
del habitat en la periferia urbana, sin adecuación a las estrategias de
desarrollo urbano locales.
Esta situación se manifiesta: a través de una
diversidad de formas: en las ocupaciones informales; en la implementación de
las políticas de vivienda que resuelven el crecimiento urbano conproyectos de
grandes conjuntos que se localizan con una marcada dispersión territorial y una
escasa articulación con la trama existente, y con la acción de los privados que
se aislan, a través de los
desarrollos suburbanos, verdaderos polígonos cerrados, ajenos a la ciudad
existente.
El espacio público está en la esencia de lo
urbano, desde la antigüedad hasta nuestros días es el espacio del encuentro y
el intercambio, enriquece las prácticas urbanas y alienta la participación de
los ciudadanos y su interés por las cuestiones comunitarias. Una ciudad sin
plazas, ni parques, ni espacios para el encuentro casual, no solo sería pobre
ambientalmente sino también en los aspectos socio urbanísticos.
El concepto de espacio público urbano ha ido
cambiando a lo largo del tiempo. Al inicio estaba ligado sobre todo a la
existencia de espacios verdes.
Los principios higienistas requerían de
espacios destinados a la mejora de las condiciones de salud de la población, a
través de adecuados índices de habitabilidad, absorción del agua de lluvia,
generación de clorofila; condiciones de iluminación, ventilación y
asoleamiento. En los últimos años surgen otros enfoques que replantean el
papel que desempeñan esos espacios en las ciudades ampliando el concepto de
espacio verde al de espacio libre.
A los
tradicionales espacios verdes: espacios libres en los que predominan las áreas
plantadas de vegetación como plazas y parques, se incorpora el concepto de
espacio libre: espacios urbanos, al aire libre, de uso predominantemente
peatonal, pensados para el descanso, el paseo, el deporte, el recreo y el
entretenimiento en sus horas de ocio.
Con un criterio
de espacio regulador del medio ambiente, se considera el espacio libre como
equilibrante del sistema ambiental. Esos sitios que podríamos llamar de "
frontera" actúan a modo de pulmones de la ciudad y la región. Los ejemplos
son numerosos: el tratamiento paisajístico del espacio público a lo largo del
sistema circulatorio: en avenidas, boulevares, ejes ferroviarios, en los
frentes acuáticos; en los espacios que rodean a escuelas, hospitales y
establecimientos sanitarios; finalmente, los cementerios mismos a veces
configuran verdaderos parques naturales. Desde esta visión ambiental las
funciones atribuibles a los espacios libres y verdes son:
- Una
función social: ofrecer espacios destinados al paseo, la contemplación, los
juegos, el contacto con la naturaleza indispensable para el desarrollo de los
niños y el equilibrio de los adultos.
- Una
función urbanística y paisajística: producir un corte, una discontinuidad,
en lo posible con masa vegetal, necesaria para la oxigenación de la masa
edificada. Atenuar la heterogeneidad de las construcciones con los
alineamientos forestales que ponen en valor el paisaje que permiten leer y
comprender la organización de la ciudad.
Una
función ecológica:
la vegetación juega un rol irremplazable en el vasto sistema de la ciudad; es
habitat de la fauna y actúa como reguladora del microclima urbano: fija el óxido
de carbono y el polvo contenido en el aire, tiene un importante rol en la
depuración microbiana y la regulación térmica y puede contribuir a la regulación
hídrica , lo que se relaciona con la acumulación de agua por parte de la
vegetación, y el suelo y con la posibilidad de la infiltración a través del sustrato
hacia la napa de agua.
-
Los árboles disminuyen la velocidad del viento
y pueden servir de pantalla sonora llegando a reducir los ruidos de 8 a 10
decibeles por metro de espesor, en el caso de una plantación de ciertos árboles
perennes.
Históricamente, quienes se ocuparon de ese
espacio fueron los gobiernos locales, especialmente a través de la
regulación, la normativa y el mantenimiento. En general se solía atribuir a lo
público (el Estado) los espacios exteriores, las grandes infraestructuras y los
equipamientos colectivos.
Las normas urbanísticas trataron de mejorar la
calidad ambiental de los Espacios Públicos regulando su uso y tratamiento,
buscando compatibilizar los intereses de la diversidad de actores
intervinientes en ese espacio, a través de normas de tejido y ocupación, el
control del nivel de los ruidos molestos, el control de la publicidad y la
polución visual, la reducción de la polución aérea, el cuidado de la forestación,
etc.
Algunas actuaciones municipales sobre el
Espacio Público a partir de la década del 80, se centraron en la creación,
recuperación, puesta en valor y mejora de los espacios urbanos, ya sea
renovando áreas degradadas, refuncionalizando grandes fracciones con
actividades obsoletas y/ o convirtiendo en peatonales las calles en cascos
antiguos y áreas centrales (a veces inclusive con la reducción y/o anulación de
las superficies destinadas al tránsito y el estacionamiento vehicular).
Los criterios de diseño de estas
intervenciones fueron variados algunos monumentales, otros imponiendo
soluciones y materiales de moda (inclusive vegetales), ajenos a las tradiciones
locales. Las actuaciones, especialmente en las ciudades europeas, mostraron un
especial cuidado por la mejora de la accesibilidad integral del espacio público,
incorporando la discapacidad y sus requerimientos para dar igualdad de
oportunidades al acceso de la ciudad.